En un mundo donde el estrés y el ajetreo se imponen, encontrar una actividad que ofrezca un respiro para el cuerpo, mente y espíritu puede parecer un milagro. El yoga, una disciplina tradicional milenaria, ha capturado la atención de todo el mundo, no sólo por sus beneficios físicos sino también por su profundo impacto en la salud mental y emocional. En esta entrada de nuestro maravilloso blog, exploraremos los múltiples aspectos del yoga, desde sus orígenes hasta sus beneficios y cómo comenzar a incorporarlo en tu vida diaria. Aunque ya os adelantamos que lo haremos de manera muy resumida y os emplazamos a que nos visitéis al centro para descubrirlo por vosotros/as mismos/as. Porque como postuló Patanjali – un gran sabio de esta disciplina – “para entender el yoga, hemos de hacer yoga.’’
Orígenes del Yoga
El yoga tiene sus raíces en la India antigua, con referencias que se remontan a más de 5.000 años de antigüedad. Originalmente, era una práctica espiritual centrada en la meditación y en la conexión con lo divino. Los textos antiguos, como los vedas y los upanishads, mencionan el yoga como un medio para alcanzar la iluminación y lo que muchos swamis llaman la “conciencia suprema”. Con el tiempo el yoga evolucionó, integrando posturas físicas (asanas) y técnicas de respiración (pranayama) que servían como herramientas para mantener una situación o estado físico que permitiera y facilitara sin perturbación alguna la meditación (dhyana). Es decir, el yoga evolucionó como una práctica en diversas fases las cuales resumiríamos especialmente en dos (Preparación-Meditación). El Yoga significa literalmente “unión” y quien lo práctica debe tener en cuenta la relación y la conexión de cuerpo, mente y espíritu y a su vez el equilibrio entre estos tres elementos.
Beneficios Físicos del Yoga
Uno de los aspectos más atractivos del yoga es su capacidad para mejorar la salud física. A través del yoga físico podemos conocer mejor nuestro cuerpo tanto a nivel interno como externo. Tomar conciencia corporal es fundamental para el mantenimiento de nuestras funciones vitales y para el desarrollo de nuestra actividad diaria. De hecho, esta toma de conciencia resulta imperativa para ejecutar eficazmente la práctica de cualquier tipo de ejercicio o actividad física.
El yoga, por su parte, ha servido de ejemplo para influenciar en estos enfoques dirigidos a trabajar y aprender de nuestro cuerpo a nivel limitaciones-posibilidades, y cada vez es más frecuente ver cómo muchos profesionales se enfocan en ejercicios de movilidad en sus entrenamientos y se abandonan postulados obsoletos en el campo del fitness.
Comentado los beneficios, algunos de los más destacados:
1. Flexibilidad y fuerza: Los asanas (posturas) ayudan a enlongar y fortalecer los músculos, mejorando la flexibilidad y la postura corporal.
2. Salud cardiovascular: Las prácticas de yoga dinámico, como los vinyasa dentro del estilo Hatha o el Ashtanga, ayudan a trabajar la salud cardiovascular y a mejorar la circulación.
3. Equilibrio y coordinación: Posturas de equilibrio como el Árbol Vrksasana o el Guerrero III Virabhadrasana III, contribuyen a adquirir la estabilidad corporal mediante un trabajo efectivo en la lateralidad y la coordinación.
4. Alivio del dolor: Diversos estudios recientes han determinado que el yoga tiene efectos terapéuticos en sus practicantes y se ha utilizado para aliviar el dolor crónico, especialmente en la espalda baja, el cuello y las articulaciones.
Vita listyawati.LPA, Rustanti.M., Suhardi.(2019). The Effect of Yoga Exercises on Trunk Flexibility in Adult Women Age 30-45 Years. Journal of Integrated Health 3(1)i: 26 – 30, ISSN : 2549-8479
Toda esta parte física es también el aspecto más estético y difundido del yoga en occidente. Y es aquí donde los instructores también ponemos sobre aviso, puesto que este hecho ha contribuido negativamente en entender el yoga en su verdadera esencia y en la importancia de trabajar completamente en su magnitud holística (cuerpo, mente y espíritu).
Beneficios Mentales y Emocionales
Más allá de los beneficios físicos, el yoga tiene un profundo impacto en la salud mental y emocional:
1. Reducción del estrés: La combinación de respiración consciente y movimiento preciso ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. De hecho, muchas otras técnicas de respiración y de control de la atención que se utilizan en diversos campos de la psicología, nacen del pranayama (respiración en yoga).
2. Mejora del sueño: Practicar yoga regularmente puede ayudar a combatir el insomnio y mejorar la calidad del sueño.
3. Trabajo de la concentración: La meditación tanto en savasana (estado de relajación consciente) o en loto (pose de las piernas cruzadas) así como las técnicas de respiración, permiten el trabajo de la concentración en un punto o foco objetivo de la persona que va a iniciar un proceso meditativo.
4. Estabilidad emocional: El yoga fomenta la conexión con uno mismo, lo que puede llevar a un mayor trabajo de la autoestima, autoconcepto y al manejo de las emociones en relación con uno mismo y con los agentes sociales con los que nos relacionamos.
Me gusta todo lo anterior… Entonces: ¿Cómo empezar con el Yoga?
Empezar a practicar yoga puede ser intimidante, pero no tiene por qué serlo. Aquí algunos consejos para empezar:
1. Elige el estilo adecuado: Existen varios estilos de yoga, desde el tradicional Hatha hasta el exigente Iyengar. Sobre todo en la vorágine comercial en la que vivimos, encontrarás muchas otras prácticas que se publicitan en nombre del yoga y no lo son. Nuestro consejo es que conozcas el yoga a través del Hatha y después te abras a conocer el resto de estilos tradicionales: el verdadero yoga.
2. Busca un instructor con el que conectes: Un buen instructor puede constituir una gran diferencia, especialmente en tus primeros pasos. Busca clases también que te permitan realizar la práctica del yoga sin tener que pensar en “los horarios” o en hacer malabares con éstos para poder llegar sin ajetreos y concentrarte en el momento de la práctica.
3. Sé una persona austera: No inviertas en tanto material, todo lo que realmente necesitas es una esterilla de yoga y ropa cómoda. De hecho, la austeridad es uno de los valores dentro de la práctica del yoga: aprende a vivir simplemente con lo que necesitas.
4. Sé paciente y constante: Como cualquier otra práctica física, el yoga requiere tiempo y constancia. No te desanimes si no ves resultados inmediatos; la perseverancia es clave y sobre todo empieza con 0 expectativas.
El yoga es mucho más que una serie de ejercicios físicos; es una práctica integral que te puede ayudar a conectar con tu interior y que proporciona de manera colateral beneficios a tu vida a diferentes niveles: Desde mejorar la flexibilidad, la movilidad, la conciencia corporal y la fuerza, hasta reducir el estrés y promover un mejor bienestar emocional.
En definitiva, los beneficios del yoga son múltiples y en Dime Qué Como (DQC), estaremos encantados de acompañarte en ese viaje para que lo descubras por ti mismo/a, porque ya seas principiante o una persona experimentada, el yoga SIEMPRE tiene algo que ofrecerte. Así que ya sabes, si te animas te esperamos en la esterilla… Namasté.